lunes, 15 de mayo de 2017

A) Obstrucción y Desinformación, para retrasar el aprovechamiento de las EnergíasRenovables



Al mismo tiempo que se comprueba, año tras año, que los costos de las Energías Renovables bajan de forma consistente y acelerada, y las inversiones en Renovables son cada vez más rentables económica y socialmente, aumenta la –teóricamente “espontánea”- desinformación pública acerca de los verdaderos daños y costos que  acarrean los combustibles fósiles (es decir, los gastos sociales y sanitarios que provocan, más los Subsidios públicos que reciben).

Aparecen múltiples organizaciones “negacionistas” (Asociaciones, ONGs, Fundaciones y Think-Tanks ) capitalistas, idealistas y patriotas,  con nombres que “suenan bien” y apariencia independiente e inofensiva ––incluso “angelicales”, como, p.e., Citizens for a Sound Economy, Bill of Rights Institute, Hearthland Institute, American Enterprise Institute, Competitive Enterprise Institute, Beacon Hill Institute at Suffolk Univ., Cato Institute, Institute for Energy Research, Manhattan Institute for Policy Research; HeritageFoundation, Center for Freedom and Prosperity Foundation ; o Fueling US Forward, Americans for Prosperity, America Legislative Exchange Council-, por centenares, si no miles, que amplifican la influencia de las empresas que las sostienen. 

Niegan la realidad del calentamiento global y del cambio climático, y del envenenamiento del aire. Y presentan testimonios y escritos “solventes” de expertos poniendo en duda la peligrosidad de la quema generalizada de los combustibles fósiles; incluso afirmando que las Energías Renovables son la principal causa del alto precio de la electricidad, y defendiendo “la Tecnología Diésel” con argumentos y afirmaciones falaces.

P.e., la organización “patriótica” Fueling U.S. Forward (fundada por Koch Industries), cuyo presidente y CEO  (Charles Drevna, ejecutivo de Sunoco) confiesa tranquilamente que su misión es “..destacar los aspectos positivos del petróleo, gas y carbón...; ..impulsar el uso de los combustibles de transporte basados en el petróleo, y atacar los subsidios públicos a los VEs…”. Y proclama “Los combustibles fósiles son fiables, abundantes eficientes y sostenibles…Es bueno para la humanidad quemar combustibles fósiles…”(Red State Gathering 2016, Denver, Co., 13 de Agosto de 2016). Es decir, lo mismo que antes lo hicieran, tratando de renovar+limpiar su imagen, BP (“…más allá del Petróleo..”), Shell, Chevron, etc., presentándose como “más verdes”…(¡!)…

En Europa, el último disparate que leemos de quienes se quejan de que los vehículos diésel sean apartados de los centros urbanos: “..el diésel es un combustible europeo…” (¡¡¡!!!) –cierto es, para nuestra desgracia, que Europa (con el mayor parque de vehículos diésel del mundo) es el mayor consumidor de diésel del mundo-. 

Es bien conocido, y generalmente aceptado, que las petroleras (fundamentalmente ExxonMobil, junto al conglomerado industrial petro-químico de los hermanos Koch -US$269k y 115k Ms de Ingresos, respectivamente, en 2015-), están entre los mayores contribuyentes a los presupuestos de las organizaciones “negacionistas”.  

A pesar de la habitual poca “transparencia” de las actividades reales “de influencia” que llevan a cabo, según  An InfluenceMap Report 2016 (How much big oil spends on obstructing climate lobbying, publicado por la ONG InfluenceMap), el gasto constatado de las empresas petroleras para influir (lobbying) evitando legislación que perjudique sus intereses, es de US$ 115 Ms en 2015 (AmericanPetroleumInstitute -API-, una de las organizaciones más potentes y activas de E.U., con un presupuesto anual superior a los $ 200 Ms, $ 65 Ms; ExxonMobil, $ 27 Ms; Shell, 22 Ms; y $ 9 Ms las asociaciones californiana Western States Petroleum Assoc. –WSPA- de E.U., y australiana Australian Petroleum Production & Exploration Assoc. -APPEA-). 

Extrapolando a todos los sectores industriales relacionados con los combustibles fósiles, puede considerarse que el total gastado en obstruir desarrollos legislativos que tratan de evitar el daño causado por los combustibles fósiles sobre la salud del planeta y la humanidad, supera los $ 1k Ms. anuales.

Se sabe, p.e., que las empresas petroleras, sólo en California, invierten millones de dólares anuales para evitar la legislación que pueda favorecer el “despegue” de los VEs. Marcas globales –BP, Shell, Exxon, Chevron- empresas locales y organizaciones comerciales (la mayor, la Western States Petroleum Association, WSPA) gastaron en 2015 US$ +22 Ms en este sentido (según la página “California Secretary of State, Cal-Access, Lobbying Activity”, http://cal-access.ss.ca.gov/Lobbying/Employers/List.aspx?view=detail&id=40313&session=2015 ) , siempre desinformando, minimizando constantemente la importancia del cambio climático, el daño de las emisiones de los tubos de escape, y el protagonismo de la electrificación en todos los sectores (hasta el extremos increíbles: en el último StrategicPlan de BP se “pronostica” que  ¡ prácticamente no habrá VEs en California en 2035 ¡ ).

La poderosa WSPA (que utiliza multitud de organizaciones de apariencia inofensiva, tras las que se esconde, como la CaliforniaDriversAlliance, o la American Legislative Exchange Council) gasta –según sus registros oficiales- millones  en lo que registra como “Other Payments to Influence” en continuas campañas anti-VEs. (Todos recordamos el potente ejercicio de poder e influencia que realizaron en los 90s consiguiendo que GM, a pesar del éxito que había obtenido en el mercado, retirase y anulase su primer coche eléctrico, el EV1, -1.2.2.-)

En sus Juntas de Accionistas de 2016, las grandes empresas petroleras han recibido fuertes presiones de accionistas, inversores y activistas, que han planteado la cuestión de que, si para detener el cambio climático  va a ser necesario dejar de quemar combustibles fósiles, ello supondrá un grave riesgo para los activos de la compañía, si no hace pronto la transición a las Energías Renovables.

El jefe de Shell manifestó “No podemos hacerlo de la noche a la mañana, ..y significa el final del negocio..”. El 97% de los accionistas votó en contra de la propuesta de invertir los beneficios para convertirse en empresa de Energías Renovables; Contestando a la moción, el presidente dijo “..we need to spend $1 trillion a yeary year in oil and gas, every year…” (..necesitamos invertir 1 Billón de Dólares al año, todos los años…)

El boss de ExxonMobil, en Dallas-Texas,  se enfrentó con una situación similar, pero fue aún más intransigente: “ ..limitar el calentamiento global a 2ºC no tiene base científica alguna...recortar la producción de petróleo no es aceptable para la humanidad`”, añadiendo que “..la tecnología todavía no es capaz de competir con los combustibles fósiles”, y que “el mundo va a continuar utilizando petróleo y gas“le guste o no”.

En SanRamón-California, el jefe de Chevron, también ante la presión de los accionistas, rechazó en la Junta todas las propuestas de éstos para actuar contra el cambio climático.

Se ha demostrado documentalmente que, ya en los años 1970s, Exxon tenía informes de que la quema de combustibles fósiles estaba provocando un grave deterioro de la calidad del aire urbano, además de un calentamiento global del planeta, que podría ocasionar un importante cambio climático, que podría desembocar en una catástrofe humanitaria. 
Las grandes petroleras decidieron, entonces, no sólo ignorar sus propios informes que confirmaban el daño global que se estaba produciendo, sino trabajar activamente para negar la evidencia del peligro real que suponía continuar quemando combustibles fósiles; y, escondidas detrás de centenares de grupos y organizaciones de apariencia inofensiva (como The American Enterprise Institute, Competitive Enterprise Institute, Heartland Institute, etc.), actuar deliberadamente negando los hechos, mintiendo, distorsionando la realidad, y sembrando confusión y dudas entre ciudadanos, políticos, y sus propios accionistas, inversores y clientes (estos hechos, probados, están siendo investigados por fiscales generales de +20 Estados de E.U., para dilucidar las presuntas responsabilidades legales o delictivas de ExxonMobil).
Hoy se conoce la extrema gravedad de los daños que produce la quema de combustibles fósiles, propiciando un, ya confirmado, catastrófico cambio climático, y envenenando a los habitantes de las concentraciones urbanas. 
Y se sabe que los “intereses petroleros” vienen utilizando el mismo modelo de influencia y desinformación públicas que utilizara el sector tabacalero (que consiguió retrasar 50 años la legislación que trataba de limitar los daños, conocidos y constatados, que estaba produciendo el tabaco: llegaron a declarar, uno a uno, y bajo juramento “La Nicotina no es Adictiva”, cuando sabían sobradamente que sí lo era). 

Tácticas que tratan de deslegitimar el pensamiento científico generalizado, promoviendo generosamente “estudios” y “proyectos”, en instituciones de prestigio, que amplifican incertidumbres y crean confusión acerca de la magnitud del daño real que ocasionan los combustibles fósiles a la vida en nuestro planeta, a lo largo y ancho de todo su contaminante ciclo (prospección, extracción, transporte, refino, distribución, venta y uso), tan anti-económico como anti-ecológico, insostenible y destructivo. (ExxonMobil ha anunciado –Agosto 2016- que invertirá 15 Ms de $ en el Instituto de Energía de Austin –Univ. De Texas-, para “..mejorar la integración de la Energía Renovable en el mix de suministro, mejorando la eficiencia y reduciendo el impacto ambiental de la generación “tradicional” de energía…”)




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