Bajo a apariencia de una inofensiva “Auto
Fuels Coalition” (participada por VW, Daimler, Toyota, Honda, BMW, y Shell;
viejo invento de los grupos de presión poderosos, para conseguir sus objetivos –en
éste caso, detener el progreso de los VEs-, eludiendo responsabilidades
directas: esconderse bajo una desconocida coalición de, aparentemente,
“legítimos pequeños intereses”); Shell y
VW lanzan “Estudios”(Mayo 2016) –firmados
por Consultores notables (esta vez, RolandBerger)-, protestando por (¡¡!!) “los
elevados daños sociales que debilitarían la fortaleza y competitividad
industrial europea”, que produciría la acción regulatoria que planea la
NormativaUE para limitar las emisiones tóxicas de los combustibles fósiles (de
acuerdo con la cumbre del clima COP21), favoreciendo la implantación de VEs.
En su lugar, proponen frenar la transición hacia VEs, reforzando el uso de
“motores
modernos diesel y de gas natural,
los BioFuels (*), y etiquetando los vehículos con pegatinas que indiquen sus
emisiones de CO2” –en lugar de las etiquetas, ya en uso creciente, que
indican las emisiones tóxicas de Partículas y NOx, las más peligosas para la
salud de las personas-.
Eso si, siempre insisten en que “no tratan, de ninguna manera, de bloquear
la creciente implantación de VEs” (¿negar la evidencia?…acusatio manifiesta..).
(*) Estudios recientes de la UE confirman que los BioFuels contaminan más que el diésel,
además de contribuir a la deforestación (Chris Malins, head of the ICCT Fuels Programme)
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