2.1.1.- Envenenamiento masivo del aire en las concentraciones urbanas

Los escapes de los motores Diesel son carcinógenos (producen cáncer)

En 2012  la Agencia Internacional para la Investigación sobre Cáncer, de la Organización Mundial de la Salud –AIIC, OMS- (International Agency for Research on Cancer, World Health Organisation –IARC, WHO-), ante la abundancia y consistencia de evidencia científica reciente, reclasificó el escape diésel como “carcinógeno definitivo”(categoría 1 , de máximar gravedad).

Los motores diésel producen, al menos, dos agentes carcinógenos: Partículas Materiales microscópicas (PM) de hollín (aerosoles de carbón negro), y productos químicos llamados Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (HAP):

-los HAP inhalados dañan el DNA de las células de los pulmones, produciendo cáncer

-las PM inhaladas quedan alojadas en los pulmones, inflamándolos, propiciando el crecimiento y extensión de las células mutadas, y pasando al riego sanguíneo, afectando a todo el sistema vital.

Las microPartículas en suspensión, y los componentes tóxicos que envenenan el aire en las aglomeraciones urbanas (en las que predominan autobuses, furgonetas y taxis, todos ellos diésel), proceden mayoritariamente de los vehículos que queman combustibles fósiles y distribuyen sus emisiones allí donde viven y respiran personas. Con su espectacular aumento en número y potencia en los últimos años, han contrarrestado las leves mejoras tecnológicas conseguidas en los combustibles y en la eficiencia de la combustión de los motores. 

 

El 90% de la población urbana mundial está expuesta a concentraciones de Partículas Materiales que sobrepasan la recomendación de la OMS (Gráfico % de población urbana, y Concentración Media Anual de PM2,5 en mg/m3, WHO World Health Statistics 2016)

 

En un reciente experimento (Tim Johns, Apr.2016, London, BBC) se midieron las concentraciones de Micropartículas (PM2,5) en el tráfico de Londres, encontrando el máximo nivel dentro de un Taxi (London black cab). (La OMS recomienda  no superar los 25 microgramos/m3 y día, afirmando que el aire urbano envenenado por los escapes diésel produce 10 veces más muertes que los accidentes de tráfico -600k muertes prematuras en Europa en 2015-) .

Y, si, además, crece la proporción de vehículos diésel frente a los de gasolina –caso de Europa, con el 57%;  agravado en España, con 64% (cifras 2015)-, lo que aumenta la gravedad de la situación, al emitir 100 veces más microPartículas en suspensión PM 2,5 y PM 10, y  Óxidos de Nitrógeno NOx.

Las partículas finas en suspensión en el aire (PM; de diámetro equivalente inferior a2,5 y a 10 micrometros; de hasta 1/30 del espesor de un pelo humano), son respirables y acceden a pulmones, flujo sanguíneo, y alcanzan el cerebro; afectan gravemente a las personas: dañan la función respiratoria y el sistema inmune; ocasionan menor crecimiento cognictivo prenatal, infantil, y general; deterioran la salud mental, y producen depresión; producen alergias y enfermedades degenerativas; asma infantil, enfermedades respiratorias y cardiovasculares; y muertes prematuras. 

Con la notación genérica “NOx”(Óxidos de Nitrógeno) se designa a un grupo de gases tóxicos atmosféricos peligrosos, que producen importantes daños en el medio ambiente y la salud humana (smog, lluvia ácida, deterioro de la calidad del agua). El NO2 –uno de ellos-presente en el aire de las ciudades (es un buen “marcador/precursor” o indicador de la contaminación debida al tráfico rodado, como principal prescriptor de otros contaminantes, como Partículas PM 2,5, y Ozono troposférico O3 –a nivel del suelo: ozono malo-) proviene en su mayor parte de la oxidación del Monóxido De Nitrógeno, NO, cuya fuente principal son las emisiones provocadas por los automóviles, sobre todo los diésel  (La concentración habitual en el aire de las ciudades europeas es más del doble que en E.U.).

Por otro lado, el NO2 interviene en diversas reacciones fotoquímicas que tienen lugar en la atmósfera, dando origen tanto a la producción de ozono troposférico O3,  como de microPartículas materiales finas en suspensión (sólidas y líquidas) PM 2,5 , y PM 10, las más dañinas para la salud (no se ven –pero se respiran-, sólo pueden apreciarse las que son 20 veces mayores, es decir las PM 50).