La Organización Mundial de la Salud (OMS) viene
insistiendo desde hace una década (último Comunicado, 12 de Mayo de 2016, “más del 80% de las personas que viven en
áreas urbanas están expuesta a niveles de toxicidad en el aire que exceden los
límites recomendados”), en la gravedad de contaminación creciente del aire
en las ciudades, principalmente por sus componentes de finas partículas en
suspensión que, al ser respirables invaden los pulmones, e incluso pasan al
riego sanguíneo de las personas, ocasionando más de 3 Ms de muertes prematuras anualmente
en el mundo.
Los elementos tóxicos de mayor peligrosidad, presentes
en el aire urbano, son las pequeñas Partículas en suspensión PM2,5 y PM10 (de
diámetros equivalentes inferiores a 2,5 mm y 10 mm;
invisibles, pero respirables), producidas fundamentalmente por los motores
diésel.
“Mejorando la
calidad del aire que respiran las personas –insiste la OMS-, bajan apreciablemente las enfermedades y
muertes prematuras que está ocasionando, se reducen los costos de sanidad, y
aumenta la productividad personal, además de contribuir a reducir la amenaza
del calentamiento global”
¿A quiénes interesa que los
combustibles fósiles se sigan quemando?
El
actualmente reinante sistema
energético se basa en un recurso finito y tóxico, que causa daños
irreversibles en el Medio Ambiente y en
la Salud Humana, localizado en ciertos
emplazamientos geográficos sobre los que
se establecen derechos de propiedad, por lo que se pueden vender y comprar en
el mercado mundial.
Sólo los
llamados “poderes fósiles establecidos”
(grandes Grupos Empresariales, Instituciones, etc.) que participan en el
excelente negocio de los combustibles fósiles –Exploración, Extracción, Transporte, Refino,
Distribución y Venta-, y que se están lucrando hasta la indecencia,
acumulando enormes beneficios (siempre actúan en la sombra, de manera oculta y
encubierta, disfrazados bajo organizaciones y nombres de apariencia “inofensiva”, o en nombre de confusos
objetivos geo-político-estratégicos de ciertos países –países del Golfo
Pérsico, E.U., etc., es decir, las mayores petroleras del mundo- ), siguen imponiendo
sus particulares intereses (actual Orden Energético mundial), aún a costa
de perjudicar gravemente a la gran mayoría de la población.
Y continúan
maniobrando –lobbying- a lo largo y
ancho de todos los niveles de nuestra Sociedad, para evitar que se configuren y
aprueben las leyes y normativas que pudieran posibilitar que nuestra sociedad
supere la lamentable actual situación, y alcance la nueva realidad limpia con la que –ahora más que nunca- ya soñamos.
Somos conscientes de la absolutamente libre
disponibilidad planetaria de sol y viento (un flujo de energía abundante,
distribuido e ilimitado, sobre el que no debiera establecerse propiedad alguna,
ni exclusiones de uso), y queremos pensar que la transición hasta una Sociedad Limpia con EnergíasRenovables y VEs,
será más rápida de lo que imaginamos, puesto que –ni más ni menos- se trata de conseguir una enorme reducción
de costos que, además, evitará el grave deterioro medioambiental que
acarrean los combustibles fósiles.
Las Tecnologías que harán posible el cambio, ya se
conocen, además de estar mejorando exponencial y continuamente; y las
conciencias -científica, económica, social y política- que lo exigen, por el
bien de la Humanidad, comienzan a despertarse.
Ya están ocurriendo cosas que tendrán un efecto
catalítico acelerador sobre la trasformación energética que anunciamos, que mejorará esencialmente la salud de nuestro planeta. Transformación
que convertirá a los vehículos en un nuevo espacio con inteligencia y
conectividad de última generación (InternetOfVehicles,
, “objeto del deseo” de los nuevos conglomerados digitales chinos. Por ello,
cada vez más fabricantes de automóviles presentan sus novedades en la
superFeria de Electrónica de Consumo de LasVegas (CES, ConsumerElectronicsShow), y, menos, en el tradicional Salón del
Automóvil de Detroit.
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